El método sintotérmico no es solo un excelente método anticonceptivo natural, sino también una excelente herramienta para acompañarnos en la búsqueda de un embarazo. Nos permite entender nuestra fertilidad, amarla y cuidarla.
TE COMPARTO HOY UN PLAN DE CUIDADO DE SALUD PARA LA PAREJA QUE BUSCA CONCEBIR.
Para parejas buscando concebir, es recomendable seguir un plan de cuidado y bienestar tres meses antes de intentar el embarazo. Siguiendo algunos pasos para aumentar nuestra salud, podemos aumentar nuestra fertilidad y crear la posibilidad de un embarazo, un parto y un bebé más sano.
La manera en que la pareja lleva su vida durante los meses anteriores a concebir hace una diferencia importante en la calidad de óvulos y espermatozoides que están produciendo.
¿Por qué un plan de tres meses?
Por supuesto que lo ideal es llevar permanentemente un estilo de vida saludable. El plan de cuidado de tres meses está pensado así porque permite mejorar la calidad de los óvulos y los espermatozoides.
Le toma a una mujer aproximadamente tres meses el desarrollo completo de un folículo (un óvulo no maduro) para que esté listo para la ovulación. Le toma también tres meses al hombre producir espermatozoides completamente nuevos. También tiende a tomar unos tres meses para que el cuerpo elimine completamente ciertas toxinas que afectan la fertilidad.
La manera en que la pareja lleva su vida durante estos tres meses puede hacer una diferencia importante en la calidad de óvulos y espermatozoides que están produciendo. Esto no solo impacta nuestras oportunidades de embarazo, sino también la futura salud del bebé.
El Plan de Cuidado
1 COMER BIEN
Una de las cosas más importantes que puedes hacer para optimizar tu fertilidad es alimentarte sanamente. No se trata de llevar una dieta en el sentido de bajar de peso, sino de mejorar la calidad de nutrientes que llevas a tu cuerpo y de equilibrar tus niveles de azúcar.
Debes intentar llevar una dieta bien variada, que incluya carbohidratos de calidad, fibra, grasas esenciales, proteína sana, mucha agua y en general una alta cantidad de frutas y verduras. Recuerda optar por granos integrales, legumbres, semillas, nueces y otros frutos secos y grasas sanas como el aceite de coco, de oliva y linaza molida. Algunas recomendaciones:
Toma mucha agua pura. Los jugos naturales e infusiones herbales son buenas fuentes de fluidos, pero no cuentan dentro de los 6 a 8 vasos de agua que debemos incluir al día. Evita bebidas gaseosas y azucaradas, reduce la cantidad de café y té negro.
Asegúrate de incluir suficientes alimentos ricos en vitaminas B6, C, E y acido fólico. La vitamina B6 es esencial para el equilibrio hormonal y la fertilidad. La puedes encontrar en plátanos, maní, hongos, avena, semillas de girasol, lentejas. La vitamina C ayuda en el proceso de ovulación, y en conjunto con la vitamina E te mantienen fértil por más tiempo y mejoran la calidad de tus óvulos. Buenas fuentes de vitamina C son frutas y verduras, especialmente cítricos, fresas (frutillas) y otras berries, vegetales verdes como las coles de bruselas y coliflor. Buenas fuentes de vitamina E son semillas, nueces, y brocoli. El ácido fólico es central para la salud de tu bebé, lo encuentras en hojitas verdes, cítricos, nueces, legumbres y granos integrales. La vitamina A es básica para la fertilidad masculina, buenas fuentes son las frutas y verduras de colores intensos.
Minerales y otros nutrientes: El zinc es esencial para la concepción (por ejemplo, un hombre lo necesita para que la cabeza de sus espermatozoides sea dura y pueda penetrar el óvulo). Buenas fuentes de zinc son almendras, frijoles (porotos), avena, maíz, chícharos (arvejas) y granos integrales. El magnesio es el mineral mágico para la mujer. Puedes obtenerlo de nueces, vegetales, arroz integral, semillas de girasol. Los buenos niveles de manganesoaumentan la calidad de los espermatozoides y mejoran la salud del recién nacido. Las mejores fuentes son granos integrales, semillas, hojitas verdes, ejotes (porotos verdes), camotes, cebollas, fresas (frutillas), plátanos, manzanas. El selenio es esencial para la producción de espermatozoides, y en las mujeres previene los abortos espontáneos. Buenas fuentes de selenio son: nueces, brócoli y ajos. Si estás tratando de embarazarte, el calcio es muy importante porque es necesario para los dientes, huesos y sistema nervioso de tu bebé. Ten en cuenta que el calcio no se obtiene solamente de los lácteos, hay fuentes mucho más sanas y libres de hormonas: naranjas, ciruela pasa, hojitas verdes, semillas de sésamo (ajonjolí), almendras, semillas de chía, legumbres y granos integrales.
2 MUEVE TU CUERPO
Lo ideal es ejercitar tu cuerpo por lo menos 30 minutos al día. El ejercicio regular genera equilibrio hormonal. Encuentra un ejercicio que te guste y disfrutes para asegurarte que no perderás el hábito. Camina más, usa menos el auto. Sube más escaleras y encuentra maneras de moverte más durante el día. Cuida también tu postura, especialmente si pasas sentada muchas horas seguidas, pues esto puede afectar el posicionamiento de nuestro útero y el flujo de sangre hacia este órgano.
3 ELIMINA EL ESTRÉS
El estrés es de los principales enemigos de la fertilidad. Niveles altos de estrés sostenidos por largos periodos aumentan los niveles de la hormona cortisol. Para generar cortisol tu cuerpo usa progesterona, evitando que ésta cumpla adecuadamente su función esencial en nuestra fertilidad y ciclo menstrual. El estrés también interrumpe el funcionamiento correcto del hipotálamo, una glándula central para las hormonas reproductivas. Los altos niveles de estrés también están asociados a un desequilibrio en los niveles de azúcar, lo cual puede causar problemas de fertilidad. Algunas sugerencias para eliminar estrés:
Duerme bien. Son necesarias alrededor de ocho horas de sueño cada noche.
Haz ejercicio moderado regularmente.
Incorpora en tu día técnicas de meditación y respiración
Aprende a priorizar
Recuerda reír y divertirte
Pasa tiempo con las personas que amas
Aprende a fluir con las diferentes energías de tu ciclo menstrual.
4 DESINTOXÍCATE
Todos estamos constantemente expuestos a diferentes químicos y toxinas en nuestro día a día. Contaminación, humo de cigarro, pesticidas, químicos en los alimentos… Muchas de estas sustancias son disruptores endócrinos, es decir, afectan nuestro bienestar hormonal. Algunas maneras de reducir nuestra exposición a estas sustancias:
Deja de fumar
Reduce tu ingesta de alcohol (los estudios demuestran que incluso una sola bebida al día puede afectar tu balance hormonal, además del desequilibrio generado en niveles de azúcar, el impacto en el hígado que es uno de los principales órganos que hacen el trabajo de desintoxicación, etc.)
Prefiere alimentos orgánicos cuando sea posible, y si no lo son, recuerda lavarlos correctamente y pelarlos.
Prefiere sartenes y ollas de acero inoxidable, de hierro fundido o de cerámica.
Guarda tus alimentos en recipientes de vidrio o cerámica en vez de utilizar plástico.
Evita el uso del microondas y especialmente de calentar recipientes de plástico en el microondas.
Utiliza un filtro para el agua.
Busca artículos de limpieza naturales/ecológicos.
Prefiere productos de cuidado y belleza naturales, especialmente desodorantes, cremas, shampoo, maquillaje, etc.
Mantén plantas en tu hogar porque ayudan a limpiar los ambientes
Permite un periodo de desintoxicación tras haber utilizado anticonceptivos hormonales antes de buscar un embarazo.
Deja de utilizar toallas y tampones desechables y opta por la copa menstrual o las toallitas ecológicas. Los químicos en los productos menstruales desechables afectan nuestra salud reproductiva.
5 ¡DISFRUTA EL PROCESO, ÁBRETE AL PLACER Y SÉ FELIZ!
Traer una nueva vida a este mundo es un regalo, algo qué celebrar. El proceso de ser co-creadores con el Universo debe ser un proceso placentero, de alegrías, de agradecimiento, de sacralidad. ¡Dale gracias al Universo por el regalo de la fertilidad y abundancia! En estos tres meses, agradece cada vez que recibas tu sangre menstrual, hónrala como regalo de fertilidad y símbolo de vida. ¡Disfruta de la sexualidad con tu pareja! ¡Disfruta la vida!
Felices ciclos,
Elena Sofía
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